Casi todo en su hogar viajaba en una plataforma de envío de madera.

En nuestra economía mundial, el humilde palé de pino es la forma en que las mercancías se mueven por todo el mundo. La demanda de palés es tan grande que los fabricantes estadounidenses producen casi mil millones de ellos cada año.

Y ahora mismo, no son suficientes.

La escasez mundial de palés amenaza con obstaculizar el flujo de bienes de consumo, desde tomates hasta pasta de dientes y tostadoras. Los precios se duplicaron el año pasado y los fabricantes no pueden satisfacer la demanda.

“Creo que es una tormenta perfecta”, dijo Al Raushel, uno de los cuatro hermanos propietarios de Savanna Pallets en McGregor, Minnesota. Savanna, uno de los fabricantes de palés más grandes del Medio Oeste, produce más de 10,000 palés por día.

“Hay escasez de camiones”, dijo Raushel. “Estamos luchando por encontrar personas para el personal de nuestras operaciones y tenemos algunos problemas para llevar material a nuestras instalaciones”.

El problema, dijeron Raushel y otros, está relacionado con un aumento en la economía a medida que se desvanece la pandemia de COVID-19. Empresas de todo tipo desaceleraron sus operaciones el año pasado cuando la pandemia obligó a restringir la actividad.

Ahora, a medida que el negocio comienza a mejorar, los aserraderos no cuentan con personal. Los camioneros están al margen. Las fábricas coreanas de clavos tienen meses de retraso en el cumplimiento de pedidos.

Y los fabricantes de palés a menudo están compitiendo por madera escasa en contra de los constructores de viviendas. Resultado: el precio de la madera, en algunos casos, se ha triplicado. En pocas palabras, un palé nuevo que se vendió hace un año entre $12 y $14 ahora cuesta entre $25 y $28.

“Simplemente no hay suficiente (madera) para todos”, dijo Tim Logan, propietario de Viking Pallet en Maple Grove, Minnesota. “Es un dolor de cabeza constante”.

Logan pasa gran parte de su tiempo estos días tratando de encontrar madera, camiones, clavos y trabajadores.

“Estás corriendo de una crisis a otra”, dijo. Al menos Logan no tiene que preocuparse por encontrar clientes. Viking Pallet está rechazando nuevas cuentas para asegurarse de poder atender a sus clientes existentes.

Los palés son un invento relativamente nuevo, que data de la década de 1930. En las últimas décadas, se han convertido en el estándar para el envío de bienes de consumo. Los palés se prestan a la automatización, ahorrando tiempo y dinero a las empresas que los utilizan.

Según la Asociación Nacional de Palés y Contenedores de Madera, el 93% de las empresas que manipulan materiales utilizan palés.

“No puedo pensar en mucho de lo que se produce en nuestro país en este momento que no se envía en palés”, dijo Rob Schultz, vicepresidente de desarrollo comercial de J&B Pallet en Lake City, Minnesota.

“Desafortunadamente, va a afectar todo”.

No todo el mundo siente la escasez. C.H. Robinson, la empresa de Eden Prairie, Minnesota, que es el transportista de carga de camiones más grande del mundo, se ha mantenido al día, aunque tiene una segunda fuente de palés por si acaso.

“Hace un mes, la escasez de tarimas era un desafío, pero ahora está en un lugar mejor”, dijo Greg West, vicepresidente de transporte de superficie de la empresa en América del Norte. “Si bien hemos visto algunas escaseces, nuestro principal productor de palés se mantiene al día con la demanda”.

“Es difícil predecir cómo será el próximo mes”, agregó West. “Cuando golpeó la pandemia, las empresas madereras recortaron la producción y luego el negocio volvió a subir con fuerza a dos dígitos. Eso significa que el suministro era escaso, ya sea que se estuvieran fabricando palés o muebles o incluso construyendo casas”.

Por ahora, los productores de palés seguirán luchando, con la esperanza de salir adelante del aumento.

Raushel dijo con un suspiro: “Nos gustaría ver un nivel de normalidad”.