La caja de cambios manual tiene los días contados - Infobae

2022-08-26 19:09:37 By : Ms. sage moda

La noticia impactó. Cuando Mercedes confirmó en la primavera europea el fin de la caja de cambios manual en sus modelos a partir de 2023, una parte de los automovilistas se sintió aliviada y la otra, horrorizada. Mientras muchos consideran que el juego con la marcha y el embrague es complicado o al menos incómodo, otros creen que es sinónimo de la conducción deportiva.  Pero así como se desató con fuerza una discusión entre conductores novatos y de placer, por un lado, y fanáticos de la caja manual, por el otro, la misma perdió de inmediato toda validez.  Porque desde la introducción de la caja de cambios de doble embrague y su avance triunfal en los coches pequeños, la caja de cambios manual entró en declive. En términos sencillos, una caja de cambios de doble embrague es una caja de cambios manual automatizada que puede cambiar de marcha muy rápidamente por sí misma o tirando de una palanca. Tampoco requiere un pedal de embrague, por lo que mucha gente lo percibe simplemente como un automático. Las cuotas de venta de vehículos con caja de cambios manual están menguando, señala Peter Kerkrath, de la organización de expertos KÜS.  El hecho de que esta batalla campal y ambas variantes existan se debe a las características específicas de las transmisiones. La caja de cambios manual no solo es considerada más deportiva, sino también más ahorrativa porque permite un menor consumo. Por otro lado, se supone que la caja automática es más cómoda de por sí, sobre todo en el tráfico pesado, pero también menos eficiente. "Pero hace tiempo que estos prejuicios generales han dejado de aplicarse y las transmisiones automáticas se han puesto al día con fuerza", dice Kerkrath. Las transmisiones de doble embrague, en particular, cambian más rápido de marcha que cualquier piloto de carreras. No en vano llevan mucho tiempo siendo la primera opción en coches deportivos como McLaren, Ferrari, Aston Martin o Porsche. Y, ya sea en la Fórmula 1 o en el Rally Dakar, en el automovilismo deportivo ya casi nadie guía una palanca por los distintos carriles para cambiar las marchas.  La caja de cambios es en general más barata "La desventaja en el consumo también ha ido disminuyendo de forma constante", afirma el experto. Los tiempos en que el consumo medio de un modelo difería en uno o dos litros entre la versión manual y la automática han quedado atrás. "Por eso, junto a la promesa de marketing de la supuesta deportividad, solo queda el argumento del coste", sostiene Kerkrath al poner a ambas alternativas en un mismo nivel.  Las transmisiones manuales son menos complejas de producir y, en consecuencia, más baratas. Y los fabricantes de automóviles han trasladado a menudo la ventaja del precio a sus clientes. Pero en tiempos en los que las tasas de montaje siguen disminuyendo, el desarrollo paralelo de otras versiones cada vez merece menos la pena. Y como los fabricantes deben afrontar un gran gasto para probar y homologar cada variante del modelo, también intentan reducir aún más la variedad de la gama de modelos, explica la directora de ventas de Mercedes, Britta Seegers. Muchos equipamientos se agrupan en paquetes o líneas y algunas opciones, como la caja de cambios manual, quedan fuera del catálogo.  Mercedes no es la única que ha hecho este anuncio. Según un informe de la publicación especializada alemana "Automobilwoche", Volkswagen también tiene previsto eliminar las transmisiones manuales para 2024. BMW, por ejemplo, ofrecerá en la nueva generación de coches más racionales, como el Serie 2 Active Tourer, solo la versión con transmisión automática, según un portavoz. Los fabricantes no solo ahorran dinero con esta decisión, sino también espacio, algo que también beneficia a los clientes.  Donde antes tenían que acomodar grandes palancas de cambio y el espacio para desplazar los cambios de marcha muy ramificados en el túnel central, ahora basta con una palanca pequeña.  Ahora a su lado suele caber otro portavasos, una base de carga inalámbrica para el smartphone u otro compartimento, según un desarrollador de Opel, en cuyos vehículos cada vez más a menudo solo se monta un interruptor basculante a los pies de la consola central. Esplendor y espectáculo, también de las cajas automáticas  Cualquiera que piense que estos botones, balancines o palancas de la columna de dirección que ahorran espacio no tienen adornos y lamenta la pérdida de la caja manual por razones estéticas o hápticas debería echar un vistazo al nuevo De Tomaso P72. En este super coche deportivo italiano, del que se fabricó solo una edición limitada de 72 unidades, los diseñadores han escenificado la palanca selectora del automático con un fondo abierto tan ingeniosamente como si se tratara del movimiento de un reloj de pulsera millonario. Pero no hace falta ir tan lejos. Los modelos M actuales de BMW o las versiones RS de Audi también demuestran que el conductor aún puede tener algo a mano para sujetar, incluso con coches automáticos. Y quien haya tocado alguna vez las paletas de cambio de tamaño sensible talladas en metal sólido detrás del volante de un Lamborghini ya no querrá tener nada más que ver con palancas toscas.  Durante un tiempo esta cuestión de la transmisión manual o automática podrá seguir dividiendo a los conductores. Pero en un futuro previsible esta decisión será de todos modos superflua porque cuando pronto solo haya coches nuevos eléctricos, estos vendrán en general directamente sin palanca de cambios. dpa 

La noticia impactó. Cuando Mercedes confirmó en la primavera europea el fin de la caja de cambios manual en sus modelos a partir de 2023, una parte de los automovilistas se sintió aliviada y la otra, horrorizada.

Mientras muchos consideran que el juego con la marcha y el embrague es complicado o al menos incómodo, otros creen que es sinónimo de la conducción deportiva. 

Pero así como se desató con fuerza una discusión entre conductores novatos y de placer, por un lado, y fanáticos de la caja manual, por el otro, la misma perdió de inmediato toda validez. 

Porque desde la introducción de la caja de cambios de doble embrague y su avance triunfal en los coches pequeños, la caja de cambios manual entró en declive.

En términos sencillos, una caja de cambios de doble embrague es una caja de cambios manual automatizada que puede cambiar de marcha muy rápidamente por sí misma o tirando de una palanca. Tampoco requiere un pedal de embrague, por lo que mucha gente lo percibe simplemente como un automático.

Las cuotas de venta de vehículos con caja de cambios manual están menguando, señala Peter Kerkrath, de la organización de expertos KÜS. 

El hecho de que esta batalla campal y ambas variantes existan se debe a las características específicas de las transmisiones.

La caja de cambios manual no solo es considerada más deportiva, sino también más ahorrativa porque permite un menor consumo. Por otro lado, se supone que la caja automática es más cómoda de por sí, sobre todo en el tráfico pesado, pero también menos eficiente.

"Pero hace tiempo que estos prejuicios generales han dejado de aplicarse y las transmisiones automáticas se han puesto al día con fuerza", dice Kerkrath.

Las transmisiones de doble embrague, en particular, cambian más rápido de marcha que cualquier piloto de carreras.

No en vano llevan mucho tiempo siendo la primera opción en coches deportivos como McLaren, Ferrari, Aston Martin o Porsche. Y, ya sea en la Fórmula 1 o en el Rally Dakar, en el automovilismo deportivo ya casi nadie guía una palanca por los distintos carriles para cambiar las marchas. 

La caja de cambios es en general más barata

"La desventaja en el consumo también ha ido disminuyendo de forma constante", afirma el experto. Los tiempos en que el consumo medio de un modelo difería en uno o dos litros entre la versión manual y la automática han quedado atrás.

"Por eso, junto a la promesa de marketing de la supuesta deportividad, solo queda el argumento del coste", sostiene Kerkrath al poner a ambas alternativas en un mismo nivel. 

Las transmisiones manuales son menos complejas de producir y, en consecuencia, más baratas. Y los fabricantes de automóviles han trasladado a menudo la ventaja del precio a sus clientes.

Pero en tiempos en los que las tasas de montaje siguen disminuyendo, el desarrollo paralelo de otras versiones cada vez merece menos la pena.

Y como los fabricantes deben afrontar un gran gasto para probar y homologar cada variante del modelo, también intentan reducir aún más la variedad de la gama de modelos, explica la directora de ventas de Mercedes, Britta Seegers.

Muchos equipamientos se agrupan en paquetes o líneas y algunas opciones, como la caja de cambios manual, quedan fuera del catálogo. 

Mercedes no es la única que ha hecho este anuncio. Según un informe de la publicación especializada alemana "Automobilwoche", Volkswagen también tiene previsto eliminar las transmisiones manuales para 2024.

BMW, por ejemplo, ofrecerá en la nueva generación de coches más racionales, como el Serie 2 Active Tourer, solo la versión con transmisión automática, según un portavoz.

Los fabricantes no solo ahorran dinero con esta decisión, sino también espacio, algo que también beneficia a los clientes. 

Donde antes tenían que acomodar grandes palancas de cambio y el espacio para desplazar los cambios de marcha muy ramificados en el túnel central, ahora basta con una palanca pequeña. 

Ahora a su lado suele caber otro portavasos, una base de carga inalámbrica para el smartphone u otro compartimento, según un desarrollador de Opel, en cuyos vehículos cada vez más a menudo solo se monta un interruptor basculante a los pies de la consola central.

Esplendor y espectáculo, también de las cajas automáticas 

Cualquiera que piense que estos botones, balancines o palancas de la columna de dirección que ahorran espacio no tienen adornos y lamenta la pérdida de la caja manual por razones estéticas o hápticas debería echar un vistazo al nuevo De Tomaso P72.

En este super coche deportivo italiano, del que se fabricó solo una edición limitada de 72 unidades, los diseñadores han escenificado la palanca selectora del automático con un fondo abierto tan ingeniosamente como si se tratara del movimiento de un reloj de pulsera millonario. Pero no hace falta ir tan lejos.

Los modelos M actuales de BMW o las versiones RS de Audi también demuestran que el conductor aún puede tener algo a mano para sujetar, incluso con coches automáticos.

Y quien haya tocado alguna vez las paletas de cambio de tamaño sensible talladas en metal sólido detrás del volante de un Lamborghini ya no querrá tener nada más que ver con palancas toscas. 

Durante un tiempo esta cuestión de la transmisión manual o automática podrá seguir dividiendo a los conductores. Pero en un futuro previsible esta decisión será de todos modos superflua porque cuando pronto solo haya coches nuevos eléctricos, estos vendrán en general directamente sin palanca de cambios.