El programa ‘Un pueblo, una acción por la biodiversidad’ llega al ecuador de su segunda edición, que está dirigida principalmente a la Cuadrilla de Llanada Alavesa y su entorno. Destaca la proliferación de cajas nido en Álava.
El proyecto busca generar una cultura en favor de la biodiversidad de nuestro ecosistema y gestionar los recursos naturales de manera participativa en localidades del Territorio Histórico de Álava
. La acción se integra en la Alianza Alavesa por el Desarrollo Sostenible 2030 y se centra en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 15 (Vida de Ecosistema Terrestre). Asimismo atiende a estándares internacionales y objetivos de desarrollo sostenible creando alianzas público-privadas para favorecer el cuidado de la naturaleza mediante pequeñas acciones y la divulgación de cada una de ellas. Se trata de actuar localmente para conseguir objetivos a escala global.
Esta segunda edición se está centrando en la Cuadrilla de Llanada Alavesa, aunque también se van a realizar actividades en otros pueblos como La puebla de Labarca y Baranbio. Hasta la fecha se han llevado a cabo diez actividades en ocho localidades diferentes con una participación total de 270 personas.
Las tres entidades impulsoras plantean el mantenimiento de la biodiversidad del Territorio involucrando a sus vecinos y vecinas a través de experiencias en un medio natural que se puedan compartir.
Desde una perspectiva de participación y cercanía a las personas, el proyecto promueve el intercambio generacional y la participación activa de los agentes de cada zona (vecinos/as, centros escolares, asociaciones…), y la recuperación de actividades y oficios en desuso, e incluso patrimonio.
Ese intercambio generacional y el conocimiento de las tradiciones son fundamentales para conocer cómo han evolucionado los ecosistemas a lo largo de los años y para recuperar las zonas que puedan estar alteradas por la acción humana.
Y mientras tanto Urtaran poda los árboles de la dato en pleno mes de agosto. Hubo nidos de la calle dato de jilgueros que fueron abandonados y otros con pollos que abandonaron el nido y se tiraron al suelo din poder volar aun. Me entre con una pareja de Asturias con un pollo recogido en sus manos y que se iban y no sabían que hacer con el.