Sevilla, 13 abr (EFE).- El ayuntamiento de Sevilla ha aprobado un plan integral de control de las especies exóticas invasoras cotorra de Kramer y cotorra Argentina para proteger la biodiversidad en toda la ciudad y que se desplegará hasta 2024.
Para ello, parte de la experiencia piloto desarrollada entre 2019 y 2020 en el Parque de María Luisa, a partir de la cual se extrajeron los mejores métodos y tipos de jaula más efectivos para su control, que se aplican a un nuevo contrato esta vez plurianual donde se incide en la sustitución de huevos y las capturas y que se aplicará en las zonas de la ciudad con mayor presencia de estas aves invasora
El pliego del contrato, que ha ejecutado un equipo de especialistas –el director técnico debe contar con titulación académica relacionada con el ámbito animal, entre ellas Veterinaria, Biología, Ciencias Ambientales–, cuenta con un presupuesto de 290.400 euros hasta 2024, según el Ayuntamiento.
El adjudicatario del contrato deberá elaborar mapas de la ciudad que recojan las zonas de anidamiento, recreo, alimentación y dormidero de ambas especies de cotorras; las rutas que realizan en sus desplazamientos; las zonas de captura mediante trampeo (con jaulas), y las zonas de sustitución de huevos.
Con esa información, además de confeccionar un nuevo censo de los dos tipos de aves invasoras y un mapa de densidad poblacional, detallará su plan de actuación integral, y para controlar la evolución de estas especies invasoras, los censos se repetirán con cierta periodicidad, lo que permitirá ir adaptando las estrategias de control según las necesidades detectadas.
En las últimas dos décadas ambas especies de cotorras se han ido convirtiendo en un problema para la conservación de la biodiversidad de Sevilla y en un agente de riesgo para la ciudadanía por caída de nidos y ramas, la contaminación acústica que generan las colonias, el deterioro que pueden causar en algunos edificios antiguos y por ser un posible vector de zoonosis (propagación de agentes patógenos).
Algunos estudios señalan que compiten, además, por el hábitat y llegan incluso a expulsar a especies autóctonas insectívoras, principalmente al cernícalo Primilla (Falco naumanni) y el murciélago Nóctulo Mayor (Nyctalus lasiopterus), dificultando así su reproducción y supervivencia.
En la experiencia piloto las medidas de control combinaron la instalación de cajas jaula (suelos, azoteas de edificios municipales y árboles del Parque de María Luisa), la colocación de diversos cebaderos para propiciar que las cotorras bajen de los árboles, la utilización de redes de captura y la esterilización de huevos.
La fecha de inicio de este contrato está prevista para este verano, momento en el que se realizará el estudio a nivel ciudad, para así comenzar la parte operativa en el cuarto trimestre del año, si bien el periodo de ejecución inicial es de dos años, hasta el verano de 2024, con la posibilidad de ejecutar una prórroga por dos anualidades más. EFE
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