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Un puesto de cerezas en una carretera turística de la Marina. | A. P. F.

El diluvio de abril arruinó la cosecha de la cereza en les Valls de Gallinera, Laguar, Ebo y Alcalà. Una parte de esa fruta se suele comercializar a pie de carretera. Los vendedores ambulantes montan el tenderete en la cuneta de viales turísticos de la Marina Alta. Ahora se las ingenian para seguir ofreciendo cereza. «Hay poca de la Vall de Gallinera y, claro, se vende cara. Este año estamos trayendo más cereza de Serra y de Teruel», afirmó ayer a Levante-EMV uno de estos vendedores.

Las cajas llaman la atención. Numerosos conductores paran a comprar. No se pueden resistir a la tentación roja. Los vendedores coinciden en que no tienen mucho margen para bajar los precios. Si el comprador se lleva más de una caja, sí que pueden hacerle una rebaja. La caja de dos kilos la ofrecen a 15 euros.

Las cajas no llevan la indicación geográfica protegida de «Cireres de la Muntanya d’Alacant» (las que se cosechan en la Vall de Gallinera, Ebo, Alcalà, Laguar, así como de Planes y Benimarfull). Estas cerezas son las más tempranas de todo el Estado. Pero este año ha sido nefasto. Se ha perdido el 99 % de la cosecha. Las lluvias torrenciales dañaron los árboles cuando estaban en plena floración. Estos pueblos han pedido incluso la declaración de zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil (lo que antes se llamaba zona catastrófica).

Este año las cerezas que se venden en los tenderetes montados junto a las carreteras más turísticas de la Marina Alta vienen de otros territorios.

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