Un grupo de niños pasan una tarde de primavera en el JardÃn Botánico de Segovia. / Antonio Tanarro
En una tarde lluviosa de primavera, cuando el agua daba una pequeña tregua y asoman unos pocos rayos de sol, en el JardÃn Botánico de Segovia entraba un padre con su hija de corta edad. Duraba poco su estancia ya que estuvo interrumpida por un fuerte chaparrón que los llevaba a salir del parque en busca de protección frente al agua. El JardÃn
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