ENTREVISTA a Oriol Aldomà, CEO y cofundador de Talkual

T alkual es una empresa creada en 2019 con un doble objetivo: evitar el desperdicio alimentario y ayudar a los pequeños productores locales. Lo hace desde Bellpuig (Lleida), donde tiene la central y prepara las cajas variadas de fruta y verdura "imperfecta" de temporada que comercializa y reparte a través del portal www.talkualfoods.com. Este año ha sido galardonada con un accésit del Premio Emprendimiento Quintanes-BBVA al Entorno Rural organizado por la EFA Quintanes, la fundación Antiga Caixa Manlleu, Casa Tarradellas y BBVA.

¿Cómo valora el Premio Emprendimiento Quintanes-BBVA al Entorno Rural 2021?

Muy positivamente. Estamos orgullosos de haber sido seleccionados. Las empresas y proyectos que se presentaron eran muy potentes. Sabemos y somos conscientes de que nuestra propuesta tiene mucho valor y un impacto positivo enorme para el planeta, y estamos orgullosos de que se haya valorado de cara al premio.

Talkual compra fruta y verdura imperfecta a los productores locales

¿Cómo surge la idea de crear Talkual?

De la unión de dos. Por un lado, cuando vi la gran cantidad de manzanas y peras que se descartaban y solo servían para zumo porque tenían alguna pequeña tara estética y, por otro, cuando conocí a un pequeño productor que llevaba a un amigo una caja con verduras de temporada de su huerto.

Sí, para solucionar dos necesidades: evitar el desperdicio alimentario y ayudar a los agricultores locales llevando, en envases 100% biodegradables, la fruta de km 0 y de temporada que no pueden vender porque no es bonita. Además, el consumidor también sale beneficiado porque recibe un producto de calidad, a un precio reducido, lo que le permite ahorrar dinero y llevar un estilo de vida más saludable. Y todo con solo un clic, porque se lo llevamos directamente del campo a casa.

Rescatamos los productos poco atractivos pagando un precio justo al campesino y los vendemos a los consumidores a un precio inferior al de las fruterías y los supermercados, evitando que se tiren. Nosotros nos centramos en la primera parte de la cadena alimentaria, cuando el productor ve que no podrá vender parte de la cosecha por distintos motivos, entre ellos los filtros estéticos, y en la segunda: la distribución, que hacemos desde la central de Bellpuig, donde llenamos cajas de diferentes tipos y tamaños con productos de temporada. Entre estas dos fases tiene lugar el 44% del derroche alimentario.

La empresa de Bellpuig comercializa cajas de distintos tamaños

¿Quiénes son sus proveedores?

Trabajamos con más de 70 productores locales que tienen dificultades para vender su producto por motivos estéticos. Evitamos que tengan que malvenderlo o tirarlo, lo que les permite tener unos ingresos adicionales.

¿Qué porcentaje de fruta y verdura termina tirándose?

Se calcula que un tercio de la producción mundial de alimentos se desperdicia, y de éste el 45% son frutas y verduras. Y eso en un mundo en el que 925 millones de personas pasan hambre. Además, debido al despilfarro alimentario, un 9% del agua dulce que se extrae anualmente se desperdicia, y también causa un 6% de las emisiones totales de CO2. Rescatando frutas y verduras mitigamos este gran problema, aunque todavía nos queda mucho camino por recorrer.

¿Cuántas toneladas de fruta y verdura han evitado que se despilfarren?

Calculamos que hemos rescatado 500 toneladas de fruta y verdura, lo que significa que hemos evitado 105.000 kg de huella de carbono y reducido la huella hídrica en 215 millones de litros. Contribuimos a hacer realidad uno de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas: Garantizar modalidades de consumo y producción sostenible.

¿Observan una mayor concienciación entre los consumidores?

Desde que iniciamos el proyecto hemos visto una concienciación progresiva respecto a todo lo relacionado con el medio ambiente y la sostenibilidad. Y no solo de particulares, sino también en empresas y asociaciones.

¿Cómo tienen previsto avanzar?

Nuestro gran reto es seguir creciendo y rescatando más kilos de fruta y verdura, ayudando a más productores locales, fomentando más puestos de trabajo en una zona rural y colaborando con entidades sociales como Cáritas para crear un ecosistema y un planeta mucho más sostenible.

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