Mexstone: la empresa creada en Santiago por narcos mexicanos que empleó a abogados, transportistas y un agente de aduana chilenos - CIPER Chile

2022-07-15 18:52:53 By : Ms. Xinjie SU

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APARENTABA TRAER PIEDRAS DECORATIVAS. EN MÉXICO DECOMISARON 1,7 TONELADAS DE MARIHUANA EN UNO DE SUS EMBARQUES

Por Benjamín Miranda, Nicolás Sepúlveda, Gloria Reza y Homero Campa

La sociedad Mexstone fue constituida sin contratiempos en Chile en diciembre de 2020 y cuatro meses después ya enviaba desde México su primer cargamento de piedras para decorar viviendas. Su segundo embarque, detenido en el Puerto de Manzanillo, ocultaba 1.700 kilos de marihuana. La operación revela la extrema debilidad de los controles chilenos. Una oficina de abogados de Las Condes, una reconocida empresa de transportes, un agente aduanero y dos compañías de bodegaje trabajaron para Mexstone. Todos aseguran que nunca conocieron la verdadera identidad de sus dueños. La trama, desentrañada por una investigación de CIPER y Proceso (México), involucra una serie de sociedades fantasmas con raíces en Guadalajara, Jalisco.

Créditos imagen de portada: Fiscalía General de la República de México (FGR) y Secretaría de Marina Armada de México (Semar), publicadas por Infobae.

El 4 de agosto de 2021, la Secretaría de Marina Armada de México retuvo en el puerto de Manzanillo un cargamento de más de 1.700 kilos de marihuana a punto de partir con rumbo a Valparaíso. La droga estaba oculta en un compartimento secreto al interior de pallets cargados con piedras de cantería, para la decoración de viviendas. Ese decomiso de más de una tonelada y media de droga no hizo noticia en Chile. Pero, a casi un año de esa operación, CIPER y el semanario Proceso (México) lograron desentrañar que detrás de ella se escondía una intrincada estructura de sociedades fantasmas, una de ellas creada en Santiago, que utilizó a agencias de aduanas, transportistas y abogados chilenos sin que nadie alertara que se trataba de un negocio narco.

Tres meses antes, otra carga mexicana relacionada con las mismas empresas sí logró arribar a un puerto chileno: San Antonio. Esa vez nadie detectó el ingreso de droga al país. Esa carga, también compuesta por piedras para decorar fachadas, al llegar a Chile fue almacenada en un depósito aduanero y luego trasladada a Santiago por camiones de una conocida empresa de transportes. Estuvo durante meses en al menos dos bodegas en las comunas de San Joaquín y Pudahuel. La empresa chilena que aparece como consignataria de esa carga fue constituida en diciembre de 2020 por un bufete de abogados con oficina en Las Condes. Ninguna autoridad detectó que toda esa operación era manejada por una banda narco mexicana.

En las siete empresas chilenas que colaboraron con la logística de ese envío, y que recibieron pagos desde cuentas corrientes mexicanas, aseguraron que nunca conocieron las identidades reales de quienes eran su contraparte en el estado de Jalisco. Esta investigación periodística, fruto de una alianza de CIPER con Proceso, no sigue el origen de la droga, sino que la huella del dinero.

Todos los pagos recibidos por las empresas chilenas provienen de cuentas corrientes de empresas sin dueño conocido. Algunas de ellas fueron conformadas por “palos blancos” o “prestanombres”, es decir, personas que no son los verdaderos propietarios del negocio. La identidad de quienes manejan estas operaciones de envío de droga a Chile desde el Puerto de Manzanillo (estado de Colima), hasta ahora es un misterio. Aunque hay algunas pistas.

Lo que sí es seguro, es que a los narcos mexicanos les es en extremo fácil crear fachadas societarias para darle un barniz de legalidad a su negocio. A pesar de que las autoridades chilenas han anunciado planes para restringir la actividad de los narcotraficantes coordinando a distintos organismos públicos para que compartan información, esta historia demuestra que prácticamente no hay filtros cuando empresas sin dueño conocido buscan “invertir” en el país.

Una muestra sobre cómo los narcos pueden envolver al poder político quedó plasmada en este caso. Una joven procuradora del estudio de abogados chilenos involucrado en esta investigación tenía un estrecho vínculo familiar con una ex alta autoridad de gobierno relacionada con el área de la seguridad. El nombre de la joven (cuyo nombre CIPER mantiene bajo reserva) quedó registrado en correos electrónicos que se intercambiaron con los mexicanos. Hasta ahora, los documentos revisados indican que esta procuradora solo hizo trámites administrativos menores por encargo de sus jefes. Los dueños del estudio jurídico aseguraron para este reportaje que fueron engañados y que no sabían que estaban trabajando para narcos.

La Fiscalía chilena no quiso hacer comentarios sobre esta historia. Cuando le preguntamos si era efectivo que en agosto de 2021 se decomisaron en México 1.700 kilos de marihuana destinada a Chile, se limitaron a responder que “de acuerdo a información recabada a través del sitio Infobae y del observatorio del narcotráfico de la Fiscalía Nacional, son efectivos los hechos referidos. No podemos hacer comentarios”. Un reporte de Infobae, medio de comunicación argentino, fue el único que hizo referencia a esa incautación de droga, aunque sin entrar en detalles (vea aquí ese reportaje).

Cuando el 2 de diciembre de 2020 los abogados chilenos Francisco Duque e Ignacio Méndez constituyeron la sociedad Mexstone Spa en una notaría del centro de Santiago, nada parecía fuera de regla. Lo hicieron en representación del ciudadano mexicano Leonardo Figueroa Gómez. La empresa que nació entonces tuvo un giro amplio: importación y exportación de toda clase de bienes, inversión financiera y participación en toda clase de sociedades. Fue creada con un capital social de $1 millón (vea aquí el registro de constitución).

Dos meses antes, el 2 de octubre de 2020, en una notaría pública en Poncitlán Jalisco, Figueroa Gómez y su socio Francisco Ventura Centeno, le otorgaron poder a los abogados chilenos para que los representaran en Chile. El poder fue extenso: podían representarlos ante organismos judiciales, administrativos y económicos chilenos y mexicanos; recibir pagos a nombre de ellos; comprar y vender bienes; y también constituir sociedades (vea esa escritura).

Los abogados chilenos aseguran que no conocían ni a Leonardo Figueroa ni a Francisco Ventura. Dicen que nunca conversaron con ellos. Al menos esa es la versión que entregaron para este reportaje. Los abogados, que conforman el estudio Duque & Méndez, sostienen que la contraparte con quien coordinaron la creación de Mexstone fue un tal “Jaime Rodríguez” y exhiben un intercambio de comunicaciones para respaldar sus dichos. Pero aseguran que a “Rodríguez” tampoco lo conocieron y que ni siquiera conocen su segundo apellido. Se supone que se trata de un ciudadano mexicano, quien les escribía desde una dirección de correo electrónico gmail a nombre de “moctezumaenterprice”.

¿Por qué los abogados manejaron tan confiados a estos clientes desconocidos? Responde Duque: “Teníamos plena fe, erradamente tal vez, en la derivación de otro estudio jurídico. Acá en Chile si otro estudio me deriva un cliente, no pasa por ninguna revisión. Esta vez fue un caso especial, porque era un cliente que venía de afuera. Uno nunca está pensando en que estas personas iban a hacer algo ilegal”. Su socio, Ignacio Méndez, complementa: “Es algo habitual, uno recibe clientes de otros estudios de abogados y realiza los trámites que solicitan”.

La referencia de Duque y Méndez es al estudio Alligare LLC, un bufete del abogado peruano Luis Fuentes, que les derivó a “Jaime Rodríguez”. Un correo fechado el 23 de julio de 2020 y escrito por “Rodríguez” desde la cuenta de moctezumaenterprice, pide a Alligare: “Estamos muy interesados en crear una empresa en el país de Chile, una empresa importadora de productos americanos, mexicanos y canadienses. ¿Cómo podemos hacer el proceso de crear la empresa, y cómo podemos empezar y qué costo tiene hacer una empresa, cuáles serían los gastos totales?”.

Ese mismo día desde Alligare le responden: “Ponemos en copia al Dr. Duque y al Dr. Méndez para que nos ayuden despejando sus dudas”. Entre el 23 y el 24 de julio siguió el intercambio de correos entre los abogados chilenos y la persona que se hacía llamar “Jaime Rodríguez” (vea aquí ese intercambio de mails). El supuesto empresario mexicano había llegado a Alligare a través de la página web creaempresa.online, la que ofrece el servicio de constituir empresas “sin necesidad de viajar”.

Duque y Méndez cuentan que Alligare los contactó por teléfono en 2019 para invitarlos a formar parte de la red internacional de bufetes dedicados a atender clientes internacionales.

Luis Fuentes, el abogado peruano dueño de Alligare, señaló que ellos funcionan como una consultora con base en Estados Unidos, “la cual apoya en el tema de gestión de empresas. Tenemos aliados comerciales en otros países, y le damos apoyo a nuestros aliados comerciales. Todos los días nos llaman empresas de todo el mundo. Tenemos un call center, donde los clientes se comunican, y de ahí los derivamos a otros países. Es labor de los estudios de abogados de cada país hacer el compliance (chequear el cumplimiento normativo) de los clientes que nosotros les derivamos”. Fuentes dice que esta es primera vez que le pasa algo así y que no conoce a “Jaime Rodríguez”.

Caja con droga oculta al interior de los pallets. Imagen de la Fiscalía General de la República de México, publicada por Infobae.

Los abogados chilenos aseguran que recibieron cerca de US$3.100 por los servicios prestados a “Rodríguez”. El primer pago se realizó el 5 de agosto de 2020, antes de que constituyeran Mexstone, y fue por US$900 (vea ese documento acá). El segundo se registró el 20 de abril de 2021, un día antes de que el primer cargamento con destino a Chile saliera desde el puerto de Manzanillo, y fue por US$1.944 (vea el documento acá). El tercero se concretó el 21 de julio de 2021 por US$238 (vea ese documento acá). Los pagos, además del servicio de constitución de la empresa en Chile, incluían asistencia de un abogado durante tres meses y proveer un domicilio tributario, que en este caso fue la misma oficina del bufete Duque & Méndez, ubicada cerca de la Escuela Militar, en Las Condes.

El segundo pago provino de una cuenta del Wachovia Bank en Nueva York. Ese banco fue investigado y multado hace más de una década por lavar miles de millones de dólares del Cártel de Sinaloa, uno de los más poderosos y crueles de México (vea reportaje de The Guardian). La sociedad que aparece enviando el pago es Winter L-F Consultores SC, domiciliada (según el documento bancario de la transferencia) en la ciudad de Guadalajara, en el estado de Jalisco, en México.

En el registro público societario mexicano no hay ningún rastro de alguna sociedad con ese nombre. Según la base de datos de Panjiva (que documenta envíos marítimos), Winter L-F Consultores ha concretado cinco exportaciones hacia Estados Unidos. La dirección de la sociedad registrada allí es Guadalupe 4109, Zapopán, Jalisco. Allí opera una sucursal de la empresa Lanister, que ofrece el servicio de oficina virtual. Cuando los contactamos dijeron que efectivamente Winter L-F Consultores fueron clientes, pero que desde el año pasado ya no operan en esa dirección.

En el documento bancario que registró uno de los pagos al bufete de abogados chilenos, aparece otra dirección para la empresa: Calle Río Ometepec 1419, El Rosario, Guadalajara. En esa dirección, al menos hasta junio de 2022, figura una casa que ofrece el servicio de arriendo de “batas para laboratorio”.

Pero esa no es la única empresa fantasma domiciliada en México que participó de la operación de envío de droga a Chile. La sociedad que figura enviando las cargas es Spade Riggle, cuyos dueños tampoco están visibles. Esa fue la misma empresa que realizó el tercer pago al bufete de abogados chilenos.

Spade Riggle no solo figura en esta trama enviando los cargamentos a Chile, sino que también realizando pagos. Fue desde una cuenta corriente a nombre de esa empresa en el BBVA mexicano que se transfirieron US$1.200 a la compañía chilena Plus Cargo por el transporte marítimo de la carga que llegó a San Antonio en mayo de 2021.

Toda la operación que pretendía ingresar a Chile, al menos, 1.700 kilos de marihuana se basó en la utilización de empresas fantasmas –o de papel– constituidas en México y en Chile.

El punto de partida fue Spade Riggle, empresa fundada el 18 de noviembre de 2020 en Zapopán (Jalisco). Esta sociedad, que es la que envió los cargamentos a San Antonio y Valparaíso, fue creada con un giro relacionado con la construcción y la ingeniería civil. Una búsqueda en registros civiles mexicanos arrojó que quienes figuran como accionistas y gerente de Spade Riggle son personas que viven en barrios pobres de la periferia de Guadalajara. Visitamos sus domicilios y confirmamos que viven allí.

L.D.C., quien supuestamente gestionó en representación de Spade Riggle los embarques, el traslado y resguardo de la carga, vive en un modesto departamento en la colonia Jalisco, una de las más pobres de Guadalajara. Aparece registrado como beneficiario del programa social “Mano a Mano” que dio empleo temporal a personas de bajos recursos en México. Este programa existió hasta 2018 y pagaba un promedio unos ocho dólares diarios (unos $8.200 al valor de cambio actual) por barrer y limpiar calles y parques públicos.

Colonia Santa Isabel, municipio de Tonalá, Guadalajara, donde vive una de las personas que aparecen como dueñas de Spade Riggle (vía Google Maps)

M.J.A.V, accionista y administradora general única de Spade Riggle hasta el 20 de enero del 2021, es “trabajadora por su cuenta” y vive en una pequeña casa en la colonia Santa Isabel, del municipio de Tonalá, que apenas cuenta con los servicios básicos de agua y electricidad. Sus calles no tienen veredas y están sin pavimentar.

C.A.C., accionista y gerente general de Spade Riggle, figura en los registros oficiales como “obrera” y también vive en la colonia Santa Isabel. En febrero de 2015, solicitó a las autoridades locales un permiso para regularizar su propiedad, pues su barrio nació como una “toma” o asentamiento irregular.

Estas tres personas aparecen como accionistas y/o directivos de varias empresas más registradas en Guadalajara, según detectó en su plataforma la organización Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP): L.D.C. es también accionista de Butconex (recursos humanos, consultoría fiscal y “alta dirección de empresas”), Servan FL (maquinaria y equipo eléctrico y electrónico) y Gimnaher (equipamiento para gimnasio y actividades deportivas); en tanto que M.J.A.V y C.A.C. son socias en Forvik Consultores (consultoría empresarial), Industrias Maniffer (servicios jurídicos y de contaduría) y Magno Obras Kahoutek (construcción y bienes raíces).

La mayoría de estas empresas fueron fundadas en noviembre de 2020, al igual que Spade Riggle. Pocos días después se constituiría en Santiago la contraparte chilena: Mexstone.

El primero de los dos cargamentos investigados en este reportaje se embarcó en Manzanillo el 21 de abril de 2021 y llegó a San Antonio el 11 de mayo. Se le identificó con el BL (guía de carga) N° H-21/0291PCM. Según ese documento, el contenedor transportaba piedra de cantera (vea aquí ese documento).

Una vez que la carga tocó suelo chileno, fue almacenada temporalmente en el terminal extraportuario Seaport, en San Antonio. Allí permaneció hasta el 20 de mayo, cuando fue retirado a las cinco de la tarde por un camión de la empresa que prestó el servicio de transporte, Truck y Compañía, cuya patente es JXSG-88.

Según el plan original, la carga debía ser depositada en una bodega de la empresa Ergo (comuna de Pudahuel). Sin embargo, esa compañía no realizó la recepción porque era fin de semana. Entonces, Truck y Compañía la trasladó a un almacén que arrendó a la empresa Bodegal (San Joaquín).

Finalmente, la carga fue llevada por el mismo conductor y camión hasta Ergo (Pudahuel) el 24 de mayo, cerca de las nueve de la mañana. Tres horas después, a las 12:47, la jefa de bodega de Ergo, envió un correo electrónico a la casilla spaderiggle@gmail.com informando que recibió 10 pallets de “piedra laja”. En ese mensaje, dirigido a una persona que identificó como Leandro, también agregó que el contenido «no viene en perfectas condiciones”. En concreto, Godoy informaba que “todos los pallets completos vienen destruidos». El mail fue copiado a la empresa Pollmann, que ejerció como agente de aduanas.

Fuentes de Ergo señalan que en marzo pasado efectivos de la Policía Marítima chilena llegaron a su bodega preguntando por esta carga. Les respondieron que había sido abandonada y que seguía ahí. Quienes presenciaron esa diligencia, aseguran que al centro de cada pallet cargado con piedras había oculta una caja de madera vacía. Era el mismo tipo de embalaje que las autoridades mexicanas descubrieron en el segundo cargamento, que alcanzó a ser confiscado en Manzanillo, cuando detectaron que en esas cajas estaba escondida la droga. Aunque en la carga que llegó a Chile las cajas estaban selladas, no hay certeza de que siempre se hayan mantenido así: la policía recién las encontró diez meses después de que arribaran al país.

Empresa Bodegal, ubicada en la comuna de San Joaquín, donde el primer cargamento a nombre de Mexstone estuvo entre el 20 y el 24 de mayo de 2021.

Fuentes de las empresas chilenas que participaron en el transporte y almacenamiento de los pallets dijeron que desde México nadie reclamó esa carga y que tampoco lo hicieron los representantes en Chile (Duque & Méndez).

El abogado Francisco Duque dijo que él no conocía a la empresa de bodegas Ergo y que se limitó a poner en contacto a los mexicanos con la agencia de aduanas Pollmann y con el transportista Luis Santander -dueño de Truck y Compañía-, quienes se hicieron cargo de mover y almacenar. Luis Santander señaló para este reportaje que él contactó a bodegas Ergo porque fue la instrucción que le llegó. No se acuerda en detalle si quien le entregó la dirección de esa bodega fue un mexicano o el abogado Duque. Este último mostró un intercambio por WhatsApp en el que “Jaime Rodríguez” le pregunta por la “Bodega Ergo”. No se sabe cómo el mexicano obtuvo el nombre de esa empresa de almacenaje.

Luis Santander, dueño de la empresa de transportes que trasladó la carga de San Antonio a Santiago, agregó que a él le pagaron desde México a través de una cuenta en dólares que mantiene en su banco. Dijo que no se acordaba del nombre de la persona que le pagó. Esa información, señaló, ya la había entregado en la investigación judicial. Aseguró no tener más detalles: “Dicen que parece que (en esa carga) había droga, pero nosotros no tenemos idea. ¿Cómo íbamos a saber?”.

Cuando visitamos la bodega de la empresa Ergo en Pudahuel, una mujer nos recibió y nos dijo que este tema debíamos conversarlo directamente con el dueño de la empresa o con la jefa de bodegas. Al pedirle algún contacto de ellos, respondió que no podía darnos esos datos y que tanto el dueño como la jefa de bodegas actualmente vivía fuera de Chile. Cuando contactamos vía WhatsApp a la jefa de bodegas, bloqueó la comunicación. Y el correo electrónico que enviamos al dueño de Ergo no tuvo respuesta.

Ergo fue la única empresa chilena cuyos responsables se negaron a recibir consultas para esta investigación. El resto entregó una versión oficial y aportaron documentación que ha permitido reconstruir la ruta de la carga en Chile. Todas coincidieron también en que han sido visitadas por la Policía de Investigaciones y por la Policía Marítima.

Dependencias de la empresa bodeguera Ergo, ubicada en Pudahuel.

Las mismas empresas involucradas en el primer cargamento que llegó a Chile, se repiten en los documentos asociados a la segunda carga, la que fue retenida en México. Cuando se requisó esa droga, las autoridades locales emitieron una prealerta en la que se establecía que la empresa que estaba enviando el cargamento era Spade Riggle y que el consignatario en Chile era Mexstone. Como contacto de la primera firma se anotó a “L.D.C.”, quien resultó ser trabajador residente de una colonia periférica de Guadalajara. En el caso de Mexstone, se consignó al estudio jurídico de Francisco Duque.

La prealerta establecía que el agente de aduanas sería Pollmann y que el flete marítimo lo haría Pluscargo Chile. Repartido en cinco contenedores, el documento señalaba que el peso total del cargamento era de 99 mil kilos (supuestamente de piedras decorativas).

En calidad de representante legal de Mexstone, el abogado Duque fue quien se contactó con Pollmann y Transportes Truck para gestionar la recepción y movilización del primer y segundo cargamento. Así, al menos, lo plantea el jefe de operaciones de Transportes Truck, Hugo Goncalves:

-Para el primer cargamento tuvimos contacto con una persona de México que nunca se identificó, pero que escribía a nombre de Spade Riggle. Antes de eso, Francisco Duque fue quien se acercó a nosotros para informarnos de estos envíos y para presentarnos al cliente nuevo, porque era quien representaba a Mexstone acá en Chile. A él lo conocemos porque trabajamos con otras empresas de su propiedad, una que importaba café (Corporate Coffe) y otra de robots de limpieza. Además, una vez que el primer cargamento llegó a Chile, la persona que nos escribió desde México dijo que lo hacía a nombre de Duque.

Duque dice que solo se contactó con la agencia de aduanas Pollmann para que recibiera el primer envío, y que esta empresa se coordinó con Transportes Truck.

Según el relato de Goncalves, desde Spadre Riggle también se comunicó una persona identificada como “Leandro”, quien les puso en contacto con Ergo para coordinar el transporte del primer cargamento hasta la bodega de esa empresa. Y agrega que, después de que el segundo embarque fuera interceptado por las autoridades mexicanas, no hubo más contacto ni movimientos a nombre de Mexstone: “Fue una empresa de papel, esa es la impresión que me quedó”.

El 11 de agosto de 2021, vía WhatsApp, Luis Santander, dueño de Transportes Truck, alertó al abogado Duque sobre lo que había ocurrido una semana antes en México: “Hola, necesito que me llames a la brevedad por el cliente Mexstone”. Duque señala que por vía telefónica se enteró de lo que había pasado con la carga que estaba destinada a Chile.

Sobre sus contactos con “Jaime Rodríguez”, Duque exhibió conversaciones vía WhatsApp que tuvo con él. Allí se registra que a fines de julio de 2021 el mexicano le preguntó por bodegas para la carga que llegaría en agosto. Insistió sobre lo mismo el 4 de agosto, el mismo día en que la droga fue requisada en México. Duque dice que después de eso no volvió a saber de él, que su WhatsApp ya no aparecía disponible y que no le volvió a contestar los correos.

El martes 24 de agosto de 2021, a las 19:02, Duque envió un e-mail a la cuenta de “Rodríguez” bajo el asunto “renuncia servicios legales”. Allí le explica que recibieron una alerta sobre la carga y corta relaciones: “Nuestros estándares éticos como oficina de abogados no nos permiten tolerar dicha situación, por lo que le comunicamos por esta vía nuestra renuncia irrevocable a la prestación de los servicios profesionales legales” (vea aquí ese correo completo).

Pocas semanas después protocolizaron ante un notario de Santiago una modificación a la sociedad Mexstone (vea aquí ese documento). La oficina de Duque & Méndez renunció a los poderes legales que les habían otorgado desde México y los traspasaron al accionista Leonardo Figueroa Gómez, a quien dicen no conocer. Eso sí, Duque se mantuvo como representante de la sociedad ante el Servicio de Impuestos Internos. Lo hizo, explicó, porque legalmente ese cargo no puede quedar vacante y no han podido disolver la sociedad, pues necesitan sus balances financieros, los que no tienen. Hasta hoy, la sociedad Mexstone está vigente. También la cédula nacional para extranjeros que posee Leonardo Figueroa desde que figura como accionista de una sociedad comercial creada en Chile.

En junio pasado, el abogado Francisco Duque presentó una denuncia ante la Fiscalía contra todos quienes resulten responsables por el intento de envío de droga a Chile.

Leonardo Figueroa Gómez –quien actualmente se presenta como director comercial de Alfa AV, empresa mexicana que ofrece “servicios de tecnología en audio, seguridad, video y redes”-, sigue figurando como dueño de la sociedad Mexstone. Contactado vía WhatsApp, negó tener negocios en Chile. Entonces, se le envió la copia de su credencial de elector, que aparece en los documentos notariales de Mexstone en nuestro país. Su respuesta: “Jajajaja”. Luego bloqueó la comunicación.